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Un año más celebramos el Día Internacional de los Derechos del Consumidor. Sí, hoy 15 de Marzo se conmemora 53º aniversario de la primera vez que se definió al consumidor como uno de los agentes económicos más influyentes y se comenzó a otorgarles derechos como tales.

Pero de nada sirve que la legislación nos otorgue un conjunto de derechos o que las leyes nos protejan, si no ejercemos como verdaderos consumidores y usuarios. Para ejercer como tales, debemos estar bien informados y ser responsables en nuestros actos de consumo.

No estamos diciendo, que no sucedan situaciones de indefensión antes las empresas  pero sí, que en muchas ocasiones los problemas que se nos presentan son por no actuar de forma responsable.

 ¿Cuántas veces se escucha “si tuviera que leerlo todo lo que firmo”? pues sí, debemos leer detenidamente nuestros contratos ya que lo firmado es lo válido.

 ¿Cuántas veces se escucha “me han cobrado en exceso” y en la mayoría de las ocasiones no tenemos conocimiento del contenido global de la factura? Nuestra obligación es leer con detenimiento las facturas y en especial, la de los servicios. En su detalle podremos saber qué periodo nos facturan, si lo cargado corresponde al contrato o no y poder ejercer nuestra reclamación con responsabilidad.

¿Cuántas veces no exigimos la factura de compra? .Ésta, no otro documento, es nuestra  garantía legal de dos años.

En el presente año, el 15 de Marzo está dedicado a la era digital. Más de un 40%  de la población mundial está  conectada a internet ya sea por ordenador, teléfonos móviles u otras tecnologías digitales. Este desarrollo ha contribuido a crear grandes oportunidades y desafíos para los consumidores de todo el mundo pero, al mismo tiempo, grandes dudas en cuanto a la  mejora de la calidad de los servicios, que ocurre con nuestros datos que se comparten y que los derechos de los consumidores vayan a la par de los avances digitales.

Este último apartado es el problema, las legislaciones no son capaces de seguir el ritmo que marcan los avances digitales. ¡Pensemos!, al teléfono le costó 75 años para llegar a 50 millones de usuarios pero a Facebook, solamente un año y a Instagram, seis meses. Al igual les ocurre a las empresas que deben ir adaptándose día a día a las exigencias del nuevo consumidor.

Los consumidores en la era digital utilizan la web tanto para comunicarse con las empresas como para recabar información sobre ellas. Cerca del 80% de los consumidores realizan búsquedas online sobre productos y servicios antes de decidir la compra y un 39% contribuye a la elaboración de reseñas para futuros clientes, después de concretar alguna transacción.

En este mundo loco de la era digital, los consumidores disponemos de una serie de derechos a la hora de enfrentarnos a una compra por vía online:

·       Derecho a conocer la identidad de la empresa. Todo consumidor tiene derecho a ser informado de la identidad y ubicación de la empresa con la que está comerciando.

·       Derecho a una información clara, concisa y actualizada sobre el producto o servicio. Los consumidores tienen derecho a recibir una información clara sobre la oferta comercial del producto o servicio, de forma que, en el momento de la compra, el consumidor pueda tomar una decisión consciente de todo lo que necesita saber sobre el artículo. Esta información debe incluir las garantías legales y la información técnica o postventa ofrecida.

·       Derecho a conocer los gastos de envío. Este derecho consiste en saber cuáles serán los gastos de transporte asociados a la compra del bien o servicio. Si éstos dependen del volumen de compra, tienen derecho a conocer los criterios en que se basan para aplicar dichos gastos. Estos gastos se deben comunicar antes de la realización de  la compra y no en el momento de la entrega.

·       Derecho a no facilitar los datos personales que no sean necesarios para la transacción. El objetivo de este derecho es suministrar exclusivamente la información necesaria para efectuar la compra.

·       Derecho a la protección de los datos personales. Para evitar robos de identidad, los consumidores tienen derecho a ser informados sobre la finalidad y las posteriores utilizaciones de los datos personales, así como a acceder, corregir y cancelar sus datos cuando lo consideren necesario.

·       Derecho a utilizar diferentes medios de pago y que éstos sean seguros. Todo consumidor tiene derecho a efectuar el desembolso de la compra con el medio de pago que le sea más conveniente, entre las alternativas propuestas y bajo consentimiento previo del consumidor. Además, tiene derecho a solicitar que se utilice un sistema seguro para realizar la transacción.

·       Derecho a recibir atención personalizada por medios alternativos al correo electrónico. Es fundamental que el cliente pueda contactar con la empresa por medio de una comunicación directa, ya sea telefónica, presencial o por cualquier otro medio que facilite una respuesta inmediata.

·       Derecho a recibir el pedido en un plazo máximo de 30 días. Salvo que no se haya acordado otro plazo diferente. Si no se puede entregar el producto en este periodo, deben informarnos y ofrecernos la posibilidad de recuperar el dinero que hayamos abonado hasta ese momento. Si no se respeta el plazo de abono, el consumidor puede exigir que se le devuelva el doble de la cantidad adeudada.

·       Derecho a compensación por incumplimiento del plazo de entrega. No existen unos plazos de entrega regulados, pero si la empresa asume el compromiso de entregar el producto en una fecha determinada y no lo cumple, el consumidor tiene derecho a una compensación.

·       Derecho a desistir de la compra. El consumidor tienen derecho a renunciar a la compra dentro de un plazo de catorce días naturales a partir de la recepción del producto, haciéndose cargo de los gastos de devolución. El consumidor no tiene por qué explicar las razones de su devolución. Aquellos productos que no admiten devolución deben ser especificados.

·       Derecho a la reparación y sustitución de un producto dañado. El consumidor tiene derecho a solicitar la reparación o sustitución de un producto que no funcione o esté dañado sin tener que pagar ningún gasto adicional por ello.

·       Derecho a ser informado de la recepción de información comercial.

·       Derecho a ser informado del uso de cookies. El consumidor o usuario de nuestra tienda debe ser informado de la utilización y finalidad de cookies u otros dispositivos de almacenamiento de datos en el caso de que los hubiera.