A principios de la década del 2000 el recordado Domingo Quijada nos sorprendía con una agenda muy particular, la Agenda Morala 2003, repleta de acontecimientos de la historia de Navalmoral, refranes meteorológicos didácticos adaptados al calendario, principales eventos y conmemoraciones del año, fiestas y tradiciones, calendario lunar o santoral completo, además de 80 fotografías de monumentos, gente y fiestas locales.
El periodista del diario HOY Miguel Ángel Marcos guardaba un ejemplar como oro en paño junto a su ordenador con la idea de reeditar la agenda cuando se cumplieran 20 años de la primera edición, por entender que un trabajo como ese no puede perderse. Los acontecimientos se precipitaron en septiembre con el fallecimiento de su autor, pensando entonces que tenía más sentido que nunca su reedición para perpetuar su legado por escrito, una vez más.
A partir de ahí contactó con la familia para comentar su idea, recibir su permiso y contar con su colaboración, ya que sin ella no hubiera sido imposible. Después expuso la iniciativa a la concejalía de Cultura y Diversidad, que inmediatamente se comprometió a editar la Agenda Morala 2021 basada en la primera.
El siguiente paso fue localizar los textos originales y actualizar efemérides y fotografías, manteniendo siempre el espíritu que guió a Quijada en su elaboración. El último paso fue poner todo ese trabajo en manos de la imprenta de dónde ha salido este magnífico trabajo que se irá repartiendo por distintos punto de la localidad.
Lástima que la evolución de la pandemia en las últimas semanas en Navalmoral haya impedido su presentación, prevista para finales de la pasada semana con la familia de Domingo, y su entrega a los asistentes a los Coloquios Histórico-Culturales del Campo Arañuelo que iban a comenzar, precisamente, el lunes 11, pero que tendrá su espacio cuando se puedan celebrar.
Ni lo uno ni lo otro será posible en las fechas que se quería hacer, pero eso no impide que demos a conocer, con satisfacción, la edición de esta segunda Agenda Morala y que con ella se tribute un nuevo reconocimiento a quien fuera Cronista Oficial de la Villa, además de profesor, meteorólogo, historiador o divulgador de la historia local. Pero, sobre todo, una persona muy querida por varias generaciones de moralos.