Esta mañana, en el antiguo edificio de las monjas, se ha dado la bienvenida a un nuevo grupo de alumnos que trabajará durante 2017 en la formación del oficio de cocinero, una profesión con muchas alternativas dentro de nuestra región en los últimos años. Recientemente graduado el anterior grupo, los fogones no paran. Los nuevos alumnos, en su mayoría mujeres (13 mujeres y 2 hombres), no sólo son jóvenes, para esta edición se ha abierto el abanico para que las personas más veteranas también puedan verse favorecidas con esta oportunidad.
Los aspirantes a cocinero cursarán un 25% de formación teórica y un 75% de práctica. Los alumnos trabajarán en el comedor social, asistiendo al centenar de personas que acuden diariamente gracias a la labor de Cáritas y del Ayuntamiento de Navalmoral. Y también trabajarán en los actos institucionales organizados por el consistorio.
Tanto la directiva del módulo como los monitores han insistido en el compromiso que los nuevos alumnos deben adquirir con la escuela, el trabajo y el sacrificio que deberán asumir para aprovechar una oportunidad que les podrá facilitar una posterior inserción laboral.
La convocatoria ha dejado a más de 100 personas en lista de espera, son muchas las que han querido entrar en el módulo, bien por la tasa de empleabilidad que ofrece -según las encuestas cerca del 80% de los alumnos encuentran trabajo- o bien porque la cocina está de moda. Por lo primero y porque los hosteleros de la zona se han manifestado, el Ayuntamiento vuelve a apostar por este módulo.
Mucha suerte y ánimo.